Hace exactamente dos meses (hora de Argentina) estaba
cenando langosta en Red Lobster de Times Square; disfrutando de la última de
mis semanas en el norte del continente. Sabía que era la última porque ya había
decidido irme de la gran petrolera nacional.
Hace exactamente dos meses no me había cruzado aún con ella,
ni se me había desmoronado la vida entera por todo eso que finalmente no fue.
Pero así tenía que ser, darse, pasar y dejar atrás como las
ovejitas esteparias que se ven por la ventana.
El aire del sur hace olvidarlo todo... lástima que existan comprobantes perdidos entre las páginas de un libro.
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