Después de tres horas de avión, dos horas de espera y cinco de bondi, llegué.
Me pasó a buscar el coordinador de servicios generales, Juan Carlos; y con marcada vacilación me explicó unos problemitas que sucedieron en la obra.
"Se cagaron a tiros entre los obreros."
Fuimos al supermercado, compré provisiones y llegué a mi casita.
Mañana, a la obra.
Mañana, a la obra.
Entre las provisiones compraste un chaleco antibalas y una magnum?
ResponderEliminarhay salamandra? hay chimenea? tiene abrigo mi querido fernandes?
ResponderEliminarLas únicas municiones que había eran los fideítos, Bufón.
ResponderEliminarLulú querida, sus palabras son mi abrigo. (igual la North Face de plumas que compré ayuda).
Temo lo peor. Temo que te salgan los colmillos, que tus juanetes rompan tus zapatos y salgas a buscar una presa fresca. Si te despertas en un charco de sangre, y el olor de los cuerpos no te deja pensar, la caroína es tu solución. Tapa todo, aunque su olor es realmente horrible y altera a los lobos. Dulces sueños, adorable príncipe. Que sueñes con copos de nieve y luciérnagas violetas.
ResponderEliminar